Este villorrio comenzó a poblarse durante la reforma agraria, período en el que sólo residía la mitad de las familias que hoy poseen vivienda en el sector.
Fue precisamente ésta la razón que motivó a los dirigentes a trabajar por la construcción de un nuevo pozo profundo, el que fue inaugurado el fin de semana reciente, “con mucha alegría y sentimiento de esperanza por nuestra gente, pero por sobre todo por quienes no poseían agua, porque los últimos residentes han tenido que lidiar con esa carencia”, dijo el presidente del Comité de Baquedano Ovejería, Héctor Olmedo.
El dirigente explicó que cuando se formó este poblado, “eran alrededor de 50 las familias que vivían en lugar, luego, los hijos fueron formando sus propios núcleos y así la expansión fue tal que ya llegamos al doble de hogares y seguíamos con el mismo pozo”.
Así nació el anhelo comunitario del Comité Baquedano-Ovejería por construir un nuevo pozo para el sector, y de esa forma ofrecer un mejor servicio a sus asociados.
Tras el aporte de 12 millones de pesos, los mismos vecinos fueron los responsables de administrar la inversión y ejecutar la obra. “Ahora sólo nos resta finalizar con la instalación de los filtros para que el agua que llegue a las viviendas sea cien por ciento segura de beberla, en el más corto plazo”, dijo el dirigente Olmedo.