La necesidad de
agilizar la respuesta a la denuncia presentada hace dos años por
comunidades opositoras a la construcción de la central hidroeléctrica Osorno en
el río Pilmaiquén en la Región de Los Ríos, fue planteada
por el senador Alfonso De Urresti al encargado de la Superintendencia de Medio
Ambiente de la zona sur, Eduardo Rodríguez.
Durante el
encuentro, al que asistieron representantes de la comunidad Koyam keche El
Roble-Carimallín, se planteó la preocupación por la demora en la tramitación de
la denuncia, lo que a juicio del senador De Urresti, contribuye también a
“aumentar la tensión y estigmatización de las comunidades que, en este caso,
están denunciando un procedimiento que carecería de los estándares que hoy
exige el derecho internacional en materia de consentimiento”, manifestó.
El proyecto fue
aprobado el año 2009, cuando aún no regía en Chile el Convenio 169 y previo a
su construcción se exigió como requisito el consentimiento de las comunidades
afectadas por la inundación del sitio sagrado del Kintuante.
Estas actas
fueron presentadas por la empresa en febrero de 2014 y el procedimiento
fue cuestionado por comunidades opositoras, que el 24 de julio de ese año,
ingresaron la denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente.
Igualmente, la
vicepresidenta de la comunidad Koyam Keche, Amanda Huichalaf, manifestó que la
situación genera tensión y solicitó a la Superintendencia efectuar
fiscalización al sector donde se emplazaría la obra, la cual hoy está en manos
de la estatal noruega Statkraf, empresa que la adquirió el año pasado a
Pilmaiquén S.A.
La semana
pasada el senador se reunió con la machi Millaray Huichalaf, quien le dio a
conocer la importancia del kintuante dentro de la cosmovisión mapuche,
como también la necesidad de que exista un mayor respeto hacia los derechos de
los pueblos originarios.