miércoles, 11 de marzo de 2015

Recuperada está la mujer de Pilmaiquén que padecía Síndrome de Guillain-Barré.



Una rápida recuperación tuvo una paciente proveniente de la localidad de Pilmaiquén tras ser diagnosticada con el Síndrome de Guillain-Barré, gracias a la eficaz intervención médica de los equipos Cardiovascular y Fisiológico de Hospital Río Negro y Neurocirugía del Hospital Base San José de Osorno, principalmente, dando cuenta de un buen trabajo de coordinación de la red provincial de salud.


Blanca Cancino, de 43 años, acudió al Hospital Base San José de Osorno el 22 de diciembre pasado, tras despertar con una inusual hinchazón y pérdida de sensibilidad en una de sus manos, lo cual fue replicándose en todo su cuerpo con el paso de los días, transformándose en una situación preocupante lo que obligó a sus familiares a concurrir a Urgencias del establecimiento donde quedó internada.

Luego del tratamiento brindado en el recinto de salud osornino, Blanca fue derivada hasta el Hospital de Río Negro para ser tratada en el Programa de Rehabilitación Física, siendo este conformado por un equipo multidisciplinario, según explicó la Directora del establecimiento, Muriel Muñoz.

Blanca Cancino recuperó la movilidad en sus extremidades luego de casi dos meses de terapia en el Hospital de Río Negro, de cuya atención quedó agradecida.

La Directora del establecimiento de salud hizo un llamado a los familiares de los pacientes que hoy en día se atienden en la Unidad de Rehabilitación, que además recibe usuarios de toda la provincia, muchos de ellos luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular, a que visiten y conozcan las instalaciones porque según mencionó es la mejor forma de publicitar la atención y eficiencia que los tratamientos logran en los pacientes.

La Unidad espera ser reforzada en infraestructura y equipamiento con el proyecto de mejoramiento del Hospital de Río Negro. 

El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común que hace que el sistema inmunológico ataque el sistema nervioso periférico. El primer síntoma suele ser debilidad o una sensación de hormigueo en las piernas. La sensación puede extenderse a la parte superior del cuerpo. En casos severos, el paciente queda casi paralizado, lo que puede poner en riesgo la vida de la persona.