El
dolor y la congoja de una comunidad entera, las lágrimas de sus compañeros de
colegio, las autoridades y hasta el sacerdote que oficio el responso fúnebre
acompañaron el último adiós a Rayén, mientras su madre, su padre, abuela y
hermano miraban desorientados tratando de encontrar una explicación a tanta
maldad, a tanto ensañamiento con el frágil cuerpo de la más pequeña de los
integrantes de su familia.
El
crimen que ha conmocionado a la región de Los Lagos, ocurrió el pasado martes
26 de abril, alrededor de las 16:00 horas, cuando Rayén descendió del bus que
tomaba diariamente cuando regresaba de su colegio y comenzó a recorrer la
huella que la conducía a su casa entre matorrales y arbustos, por un trecho de
aproximadamente 800 metros. En algún punto de ese recorrido fue abordada por su
agresor, quien con una fiereza tremenda, se ensañó con el cuerpo de Rayén y la
atacó reiteradamente con un elemento corto punzante.
El
crimen ha movilizado a toda la comunidad, incluido el Intendente regional quien
visitó a la familia esta mañana, mientras se velaba a la niña en su hogar.
Posteriormente la directora regional del Servicio Nacional de Menores (Sename),
también se sumó a quienes acompañaron a la familia y participó del responso en
la iglesia San Rafael de Calbuco, hasta donde llegaron alrededor de cinco mil
personas.
Entre
tanto, los restos mortales de Rayén Meñanco Martínez, la más reciente y
dolorosa víctima de la violencia contra la infancia, descansarán en el pequeño
cementerio justo al frente de la parroquia San Rafael donde fue despedida, con
una privilegiada vista al agua y a parte de las islas de Calbuco, hermosos paisajes
donde creció y fue feliz, hasta que la acción de un criminal determinó lo
contrario.