lunes, 2 de mayo de 2016

Más de 5 mil personas despidieron a la pequeña Rayén Meñanco en Calbuco


Acompañada por más de cinco mil personas, la familia de Rayén Meñanco Martínez, dio el último adiós a la niña de 12 años brutalmente asesinada en el sector de El Yale, en la comuna de Calbuco, cuando regresaba de su colegio el pasado martes 26 de abril.

El dolor y la congoja de una comunidad entera, las lágrimas de sus compañeros de colegio, las autoridades y hasta el sacerdote que oficio el responso fúnebre acompañaron el último adiós a Rayén, mientras su madre, su padre, abuela y hermano miraban desorientados tratando de encontrar una explicación a tanta maldad, a tanto ensañamiento con el frágil cuerpo de la más pequeña de los integrantes de su familia.

El crimen que ha conmocionado a la región de Los Lagos, ocurrió el pasado martes 26 de abril, alrededor de las 16:00 horas, cuando Rayén descendió del bus que tomaba diariamente cuando regresaba de su colegio y comenzó a recorrer la huella que la conducía a su casa entre matorrales y arbustos, por un trecho de aproximadamente 800 metros. En algún punto de ese recorrido fue abordada por su agresor, quien con una fiereza tremenda, se ensañó con el cuerpo de Rayén y la atacó reiteradamente con un elemento corto punzante.

El crimen ha movilizado a toda la comunidad, incluido el Intendente regional quien visitó a la familia esta mañana, mientras se velaba a la niña en su hogar. Posteriormente la directora regional del Servicio Nacional de Menores (Sename), también se sumó a quienes acompañaron a la familia y participó del responso en la iglesia San Rafael de Calbuco, hasta donde llegaron alrededor de cinco mil personas.


Entre tanto, los restos mortales de Rayén Meñanco Martínez, la más reciente y dolorosa víctima de la violencia contra la infancia, descansarán en el pequeño cementerio justo al frente de la parroquia San Rafael donde fue despedida, con una privilegiada vista al agua y a parte de las islas de Calbuco, hermosos paisajes donde creció y fue feliz, hasta que la acción de un criminal determinó lo contrario.